
PROYECTOS ELECTRICOS
Las mediciones eléctricas en una instalación eléctrica son fundamentales para garantizar su seguridad, eficiencia y cumplimiento normativo. Estas pruebas permiten verificar que la instalación opera correctamente, cumple con los estándares de calidad y protege tanto a los usuarios como a los equipos.¿Por qué son importantes las mediciones eléctricas?
Las mediciones eléctricas no solo aseguran el correcto funcionamiento de una instalación, sino que también son un requisito legal en muchos casos, especialmente en instalaciones nuevas, reformas o inspecciones periódicas. Estas pruebas detectan posibles fallos, como conexiones defectuosas, aislamiento inadecuado o riesgos de sobrecarga, evitando accidentes como incendios, descargas eléctricas o daños a equipos.
El Protocolo 900/2015 establece las directrices para realizar estas mediciones, asegurando que las instalaciones cumplan con los estándares de seguridad y eficiencia energética.
A continuación, detallamos las principales mediciones contempladas:
Continuidad de los Conductores de Protección y Equipotenciales
Objetivo: Verificar que los conductores de protección (tierra) y los equipotenciales estén correctamente conectados y presenten una resistencia baja para garantizar la seguridad en caso de fallos.
Procedimiento: Se mide la resistencia eléctrica entre los puntos de puesta a tierra y los elementos metálicos de la instalación.
Importancia: Una buena continuidad evita tensiones peligrosas en partes metálicas accesibles y asegura el correcto funcionamiento de los dispositivos de protección, como los interruptores diferenciales.
Según el Protocolo 900/2015, la resistencia debe ser lo suficientemente baja (generalmente menor a 0.1 ohmios) para asegurar una correcta disipación de corrientes de fallo.
Resistencia de Aislamiento
Objetivo: Comprobar que los conductores están adecuadamente aislados para evitar fugas de corriente o cortocircuitos.
Procedimiento: Se aplica una tensión de prueba (generalmente 500 V en corriente continua) entre los conductores activos (fase y neutro) y el conductor de protección.
Importancia: Un aislamiento deficiente puede provocar fugas de corriente, calentamiento excesivo o riesgos de electrocución.
El Protocolo 900/2015 establece que la resistencia de aislamiento debe ser superior a 0,5 MΩ en la mayoría de los casos, aunque puede variar según el tipo de instalación.
Impedancia de Bucle de Falla
Objetivo: Verificar que la corriente de cortocircuito en caso de una falla sea suficiente para activar los dispositivos de protección (como fusibles o disyuntores) en un tiempo adecuado.
Procedimiento: Se mide la impedancia del circuito desde el punto de suministro hasta el punto de fallo.
Importancia: Una impedancia de bucle adecuada asegura que los dispositivos de protección funcionen correctamente, minimizando el riesgo de incendio o daños.
El Protocolo 900/2015 exige que la impedancia sea lo suficientemente baja para garantizar que los dispositivos de protección actúen rápidamente, evitando riesgos.
Funcionamiento de los Interruptores Diferenciales
Objetivo: Comprobar que los interruptores diferenciales (IDR) detectan corrientes de fuga y desconectan la instalación en el tiempo estipulado.
Procedimiento: Se realiza una prueba con un equipo especializado que simula una corriente de fuga.
Importancia: Los interruptores diferenciales son esenciales para proteger a las personas contra descargas eléctricas y prevenir incendios causados por fugas de corriente.
Según el Protocolo 900/2015, el tiempo de disparo debe ser inferior a 300 ms para corrientes de fuga nominales y el dispositivo debe actuar correctamente ante corrientes de prueba.
Resistencia de Puesta a Tierra
Objetivo: Asegurar que el sistema de puesta a tierra tiene una resistencia lo suficientemente baja para disipar corrientes de fallo de manera segura.
Procedimiento: Se mide la resistencia entre el electrodo de tierra y el terreno utilizando un telurómetro.
Importancia: Un sistema de puesta a tierra eficaz protege contra tensiones peligrosas y asegura el correcto funcionamiento de los dispositivos de protección.
El Protocolo 900/2015 establece valores máximos de resistencia que varían según el tipo de instalación (por ejemplo, menores a 40 ohmios en instalaciones residenciales).
Verificación de la Polaridad
Objetivo: Confirmar que los conductores (fase, neutro y tierra) están conectados correctamente.
Procedimiento: Se utiliza un comprobador de polaridad para verificar que no haya conexiones invertidas.
Importancia: Una polaridad incorrecta puede causar mal funcionamiento de equipos o riesgos de seguridad.
El Protocolo 900/2015 exige esta verificación para evitar riesgos en el funcionamiento de equipos y dispositivos de protección.
Medición de la Tensión y Corriente
Objetivo: Comprobar que los valores de tensión y corriente en la instalación están dentro de los rangos permitidos.
Procedimiento: Se miden la tensión entre fases, fase-neutro y fase-tierra, así como las corrientes en los circuitos principales.
Importancia: Valores fuera de rango pueden dañar equipos o indicar problemas en la instalación.
El Protocolo 900/2015 establece que las tensiones deben estar dentro de los límites normativos (por ejemplo, 230 V ±10% en sistemas monofásicos).
Pruebas de Carga y Consumo
Objetivo: Evaluar el comportamiento de la instalación bajo condiciones normales de operación.
Procedimiento: Se miden los consumos de corriente en los circuitos principales y se verifica que no haya sobrecargas.
Importancia: Estas pruebas aseguran que la instalación puede soportar las cargas previstas sin riesgos.
Aunque no siempre es obligatorio, el Protocolo 900/2015 recomienda estas pruebas en instalaciones de alta demanda.
Requisitos del Protocolo 900/2015
El Protocolo 900/2015 establece un marco riguroso para la verificación de instalaciones eléctricas, especialmente en baja tensión.
Entre sus requisitos más relevantes se incluyen:
Documentación: Todas las mediciones deben registrarse en un informe técnico que detalle los resultados, los equipos utilizados y las condiciones de la prueba.
Periodicidad: Las instalaciones deben inspeccionarse periódicamente, con plazos que varían según el tipo de instalación (residencial, comercial, industrial).
Equipos calibrados: Las mediciones deben realizarse con instrumentos certificados y calibrados para garantizar la precisión.
Profesional cualificado: Las pruebas deben ser realizadas por técnicos autorizados con conocimientos en normativa eléctrica.
Conclusión
Realizar las mediciones eléctricas en una instalación eléctrica es un proceso crítico para garantizar su seguridad, eficiencia y cumplimiento normativo.El Protocolo 900/2015 proporciona un marco claro y detallado para llevar a cabo estas verificaciones, asegurando que las instalaciones cumplan con los más altos estándares de calidad. Desde la continuidad de los conductores hasta la resistencia de puesta a tierra, cada medición desempeña un papel clave en la prevención de riesgos y la protección de usuarios y equipos.
¡Una instalación eléctrica segura es sinónimo de tranquilidad!
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